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| Javier Sota Nadal |
En la actualidad la participación del Arquitecto se ve limitada por la Ley 29090.
Aunque, en rigor, basta ver Machu Picchu, Pachacamac o Chan Chan para saber que la arquitectura tiene muchos siglos en el Perú, los arquitectos peruanos celebran hoy un centenario clave, el del primer centro académico estatal de esa profesión.
El Perú celebra este 2010 el primer siglo de creación de su más importante centro académico de formación de arquitectos por iniciativa del Estado. Es un acontecimiento que facilita el análisis del proceso urbanístico de nuestras principales ciudades y la formación académica que ofrecen treinta de las cien universidades que existen en el país.
El primer centenario de creación de la Escuela de Arquitectos en la UNI coincide con un ambiente de “destrucción creativa” no solo de instituciones permanentes sino de las formas tradicionales de la soberanía estatal, de las divisiones del trabajo, de las relaciones sociales, de las áreas de participación social, de las combinaciones tecnológicas y de pensamiento, de las actividades de reproducción, de los vínculos con la tierra y de los hábitos del corazón.
Lima, tenía en 1910 apenas 150 mil pobladores y ahora bordea los 9 millones, un tercio de la población nacional. Eran tiempos en que los EEUU empezaban a concentrar sus actividades financieras, comerciales y de transporte. A diferencia del capital inglés, que participaba en la producción directa de materias primas agrícolas y especialmente mineras, generando el crecimiento de una burguesía local.
Fue el presidente Manuel Pardo y Lavalle (1872–1876, fundador de la denominada República Práctica, asesinado por su enemigos políticos en 1878), quien promulgó la primera ley de educación de la etapa republicana, creando al mismo tiempo cuatro escuelas de aplicación: la Escuela de Ingenieros Civiles y de Minas, la Escuela Superior de Agricultura, la Escuela Naval y la Escuela Superior de Artillería y Estado Mayor.
Durante el oncenio de Augusto B. Leguía (1919-1930) hubo significativas inversiones en modernización urbana, privilegiando a la capital y, en este contexto, la Escuela de Ingenieros, convertida después en la Universidad Nacional de Ingeniería, comienza a dar mayor impulso a la enseñanza del curso de arquitectura para la sección de Construcción Civil. Fue una respuesta al inicio de un proceso de demolición de las murallas de Lima. A partir de 1869, la capital del país empieza su plena expansión y transformación urbana y surgen nuevos espacios y nuevas arquitecturas de variadas tipologías, con una alta demanda de constructores.
Llega el 29 de Abril de 1910 y el presidente Leguía emite el Decreto Supremo que crea la Escuela de Arquitectos constructores, para completar la enseñanza especial que daba la Escuela de Ingenieros. Esta escuela, convertida en Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Arte, enfrenta ahora la compleja y masiva migración campo-ciudad, proceso que reclama garantías jurídicas, calidad en la construcción y demanda profesionales con perspectiva humanista.
En la actualidad la participación del Arquitecto se ve limitada, por la irrestricta política de libre mercado que arrasa con los principios de seguridad y calidad arquitectónica. Ha desaparecido el concurso público arquitectónico en las inversiones del Estado. El gremio libra una larga batalla jurídica en el Congreso de la República para cambiar la Ley 29090, promovida por las grandes constructoras, pero desaprobada por los municipalidades, en tanto la población sufre el riesgo de vivir en las tierras sísmicas, sin mayor protección del Estado.
Referencias académicasLa reforma universitaria de 1931 modificó la estructura curricular para dar mayor especificidad y actualización a la formación del arquitecto. En la década del 40, dio lugar a la creación del Departamento. En 1947 surge la “Agrupación Espacio”, liderada por Luis Miró Quesada Garland, movimiento que provocó polémicas entre las tendencias modernas y el pensamiento de entonces.
El presidente de la República Fernando Belaúnde Terry fue decano de la FAUA en 1955. En 1968 una reforma gubernamental suprimió las facultades y creó los programas académicos. En 1984 retorna el sistema de facultades. La FAUA tiene la acreditación internacional de Royal Institute of British Architects.
Homenaje integralEl Colegio de Arquitectos del Perú rindió un homenaje al centenario en el que participó un panel integrado por los arquitectos Miguel Cruchaga, Adolfo Córdova, Oswaldo Núñez , Juan Gunther y Luis Delgado (actual decano de la Facultad). El discurso de orden estuvo a cargo de Santiago Agurto. Fue ocasión para recordar a Ricardo Malachowsky, quien vino de la Escuela de Arquitectura y Escuela de Bellas Artes de París para hacerse cargo de la nueva sección, acompañado de los arquitectos Enrique Bianchi y Bruno Paprowsky. También se recordó al presidente Fernando Belaúnde, decano de esa Facultad en 1955.
El decano del Colegio de Arquitectos del Perú, Javier Sota Nadal, quien también fue decano de esa Facultad y rector de la UNI por dos períodos, recordó que tuvo la gran oportunidad de poder crear la sección de Postgrado con especialización de Arquitectura y al incorporarse el ex-Instituto de Planeamiento de Lima se incluyó la Maestría en Planificación Urbana como otra especialidad de esta sección.
Igualmente, promovió la reforma curricular, respetando la filiación ingenieril de la profesión, ya que la Facultad de Arquitectura nació en la Escuela de Ingenieros; se mantuvo la preponderancia de los talleres de diseño arquitectónico como eje de la carrera, a la vez que se reafirmó las áreas académicas de urbanismo, historia y crítica de la arquitectura con la finalidad de formar un Arquitecto Integral.
Jorge Zavaleta AlegreColaborador
El Perú celebra este 2010 el primer siglo de creación de su más importante centro académico de formación de arquitectos por iniciativa del Estado. Es un acontecimiento que facilita el análisis del proceso urbanístico de nuestras principales ciudades y la formación académica que ofrecen treinta de las cien universidades que existen en el país.
El primer centenario de creación de la Escuela de Arquitectos en la UNI coincide con un ambiente de “destrucción creativa” no solo de instituciones permanentes sino de las formas tradicionales de la soberanía estatal, de las divisiones del trabajo, de las relaciones sociales, de las áreas de participación social, de las combinaciones tecnológicas y de pensamiento, de las actividades de reproducción, de los vínculos con la tierra y de los hábitos del corazón.
Lima, tenía en 1910 apenas 150 mil pobladores y ahora bordea los 9 millones, un tercio de la población nacional. Eran tiempos en que los EEUU empezaban a concentrar sus actividades financieras, comerciales y de transporte. A diferencia del capital inglés, que participaba en la producción directa de materias primas agrícolas y especialmente mineras, generando el crecimiento de una burguesía local.
Fue el presidente Manuel Pardo y Lavalle (1872–1876, fundador de la denominada República Práctica, asesinado por su enemigos políticos en 1878), quien promulgó la primera ley de educación de la etapa republicana, creando al mismo tiempo cuatro escuelas de aplicación: la Escuela de Ingenieros Civiles y de Minas, la Escuela Superior de Agricultura, la Escuela Naval y la Escuela Superior de Artillería y Estado Mayor.
Durante el oncenio de Augusto B. Leguía (1919-1930) hubo significativas inversiones en modernización urbana, privilegiando a la capital y, en este contexto, la Escuela de Ingenieros, convertida después en la Universidad Nacional de Ingeniería, comienza a dar mayor impulso a la enseñanza del curso de arquitectura para la sección de Construcción Civil. Fue una respuesta al inicio de un proceso de demolición de las murallas de Lima. A partir de 1869, la capital del país empieza su plena expansión y transformación urbana y surgen nuevos espacios y nuevas arquitecturas de variadas tipologías, con una alta demanda de constructores.
Llega el 29 de Abril de 1910 y el presidente Leguía emite el Decreto Supremo que crea la Escuela de Arquitectos constructores, para completar la enseñanza especial que daba la Escuela de Ingenieros. Esta escuela, convertida en Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Arte, enfrenta ahora la compleja y masiva migración campo-ciudad, proceso que reclama garantías jurídicas, calidad en la construcción y demanda profesionales con perspectiva humanista.
En la actualidad la participación del Arquitecto se ve limitada, por la irrestricta política de libre mercado que arrasa con los principios de seguridad y calidad arquitectónica. Ha desaparecido el concurso público arquitectónico en las inversiones del Estado. El gremio libra una larga batalla jurídica en el Congreso de la República para cambiar la Ley 29090, promovida por las grandes constructoras, pero desaprobada por los municipalidades, en tanto la población sufre el riesgo de vivir en las tierras sísmicas, sin mayor protección del Estado.
Referencias académicasLa reforma universitaria de 1931 modificó la estructura curricular para dar mayor especificidad y actualización a la formación del arquitecto. En la década del 40, dio lugar a la creación del Departamento. En 1947 surge la “Agrupación Espacio”, liderada por Luis Miró Quesada Garland, movimiento que provocó polémicas entre las tendencias modernas y el pensamiento de entonces.
El presidente de la República Fernando Belaúnde Terry fue decano de la FAUA en 1955. En 1968 una reforma gubernamental suprimió las facultades y creó los programas académicos. En 1984 retorna el sistema de facultades. La FAUA tiene la acreditación internacional de Royal Institute of British Architects.
Homenaje integralEl Colegio de Arquitectos del Perú rindió un homenaje al centenario en el que participó un panel integrado por los arquitectos Miguel Cruchaga, Adolfo Córdova, Oswaldo Núñez , Juan Gunther y Luis Delgado (actual decano de la Facultad). El discurso de orden estuvo a cargo de Santiago Agurto. Fue ocasión para recordar a Ricardo Malachowsky, quien vino de la Escuela de Arquitectura y Escuela de Bellas Artes de París para hacerse cargo de la nueva sección, acompañado de los arquitectos Enrique Bianchi y Bruno Paprowsky. También se recordó al presidente Fernando Belaúnde, decano de esa Facultad en 1955.
El decano del Colegio de Arquitectos del Perú, Javier Sota Nadal, quien también fue decano de esa Facultad y rector de la UNI por dos períodos, recordó que tuvo la gran oportunidad de poder crear la sección de Postgrado con especialización de Arquitectura y al incorporarse el ex-Instituto de Planeamiento de Lima se incluyó la Maestría en Planificación Urbana como otra especialidad de esta sección.
Igualmente, promovió la reforma curricular, respetando la filiación ingenieril de la profesión, ya que la Facultad de Arquitectura nació en la Escuela de Ingenieros; se mantuvo la preponderancia de los talleres de diseño arquitectónico como eje de la carrera, a la vez que se reafirmó las áreas académicas de urbanismo, historia y crítica de la arquitectura con la finalidad de formar un Arquitecto Integral.
Jorge Zavaleta AlegreColaborador
Fuente: Diario La Primera
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